El cerebro humano esta dividido por un surco central en dos mitades o hemisferios. Se empieza a conocer que no son en modo alguno iguales. Hay una zona central que los conecta. Si por cirugía se corta esta leve unión, cada parte se comporta independientemente.
Cada ojo transmite la información a un hemisferio del cerebro. El ojo derecho envía parte de la información visual recibida al lóbulo occipital izquierdo de nuestro cerebro. El ojo izquierdo hace lo propio enviando la información al hemisferio derecho. Como no son iguales, "ven la realidad de forma ligeramente diferente".
El ejemplo siguiente es un conocido retrato del pintor Alberto Durero (en alemán Albrecht Dürer) (nacido en Núremberg; 1471 - Núremberg; 1528) es el artista más famoso del Renacimiento alemán, conocido en todo el mundo por sus pinturas, dibujos, grabados y escritos teóricos sobre arte, que ejercieron una profunda influencia en los artistas del siglo XVI de su propio país y de los Países Bajos.
Un procesador de imágenes como Adobe Photoshop nos permite dividir la foto en dos mitades, duplicar cada mitad, voltearla horizontalmente y luego unirlas. La imagen de la izquierda es el resultado de unir la mitad derecha del rostro, (la que vemos a la izquierda en el cuadro) con su duplicado especular. Repitiendo lo anterior con el lado izquierdo de la cara, obtenemos dos rostros inquietantes, muy diferentes. O bien los rostros humanos no son simétricos, o cada hemisferio interpreta un lado de la cara de forma distinta.