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Vimos en el capítulo anterior que cortar "sesgado" con un filo agudo (20º) mejora la calidad de la superficie tallada y reduce el desgaste de nuestras gubias, Es fácil concluir que no sirve de nada sin un buen afilado.
Nuestro colega Thomas Becker, dice en uno de sus artículos:
Una hoja aguda y afilada dejará una superficie de corte brillante. Si este no es el caso, podemos asegurar que hay una probabilidad del 99% de que no sea culpa de la madera sino del afilado, a continuación, de la geometría del filo (ángulo, forma) y por último de la madera.
Como norma se debe elegir, dentro del margen entre 15 y 35º, el ángulo de bisel más bajo posible que resista el filo sin astillar.
Al cortar madera dura, una gubia robusta con un buen acero aguantará con 18º lo mismo que otra gubia con la hoja más delgada y un bisel de 25º, pero la calidad de la superficie obtenida al tallar será menor en este segundo caso.
La calidad del acero y del temple y nuestra forma de afilar hará que mantengamos el corte brillante durante horas o tengamos que afilar continuamente.
Pasar una y otra vez el filo de corte a través de las fibras de la madera hace que se fracturen pequeñas partículas del filo y eso lo desafila.
Las siguientes imágenes, muy exageradas, ilustran lo que se ha visto ocurre durante el esmerilado.
La finura de un filo que corte correctamente sólo se puede ver bajo un microscopio electrónico. Lo que muestra Thomas resume los conocimientos actuales sobre el tema.
Dar forma al bisel con abrasivos de grano grueso genera rayas profundas que confluyen en un borde también áspero. Ese borde tiene un espesor que en esta fase puede verse a simple vista y que asemeja una sierra. La superficie que se obtiene en la madera es rugosa y el filo pierde rápidamente su capacidad de corte.
Cuanto más fino sea el abrasivo más entramos en la zona que es tan importante para nosotros. Se obtiene una superficie fina y en consecuencia un filo aproximadamente recto y liso. Su espesor comienza a no ser visible.
Se aprecia una zona blanca que brilla por reflexión de la luz en lo que debería ser una línea mate de grosor invisible.
El último esmerilado de la hoja elimina las rayas y deja sólo rebabas muy finas en el filo. El asentado con cuero chafa o elimina esas rebabas. El bisel y el filo se pulen. La gubia empieza a cortar.
Es sorprendente pero importante saber que eso sólo se logra cuando el filo resulta, no sólo invisibles para el ojo humano, sino para el microscopio óptico siendo necesario utilizar nada menos que un microscopio electrónico para verlo.
Un vídeo nos ayudará a entenderlo.
En él podéis ver una imagen a 3000 aumentos de la superficie de una gubia. A esos aumentos aún quedan restos de los arañazos que produce el abrasivo fino sobre el acero y podéis ver también esas minúsculas rebabas de las que hablábamos. La línea de filo no es una recta sino una micro sierra y tiene un grosor de 0,5 micras (1 micra=0,001 mm)
Si logramos que el ángulo de corte se mantenga de manera uniforme en toda la superficie del bisel hasta el límite del propio filo, entonces alcanzaremos el ideal. Pero eso es una ilusión. En la práctica, puede llegar a conseguirse en el mejor de los casos sólo un 75 por ciento.
Thomas afirma que pequeñas desviaciones de ángulo, diferentes espesores de las cuchillas por aplicación desigual del amolado, la propia curvatura de la muela y nuestras carencias en lo que se refiere a destrezas motoras finas evitan que alcancemos el ideal.
Aquí se cumple el dicho de que sólo la práctica hace maestros.
Thomas Becker como viene haciendo Feli desde que lo conozco, aconseja utilizar inicialmente el afilado manual sin asistencia mecánica.
Dice Thomas que es la única manera de adquirir la sensibilidad táctil necesaria para lograr el ángulo de bisel correcto y también comprender mejor las relaciones causa efecto.
Sin experiencia el uso de una esmeriladora nos llevará a tener que rehacer el filo completo en más de una ocasión.
Mediante el rectificado manual es muy poco el material que se extrae y nulo el riesgo de sobrecalentamiento. "Usted siempre tiene el proceso de abrasión y la herramienta bajo control".
Continuará...