Es un placer presentaros a Jaroslav Kybák alias Artik
Nos ha hecho llegar fotos del proceso que utiliza para tallar en madera el más bello de los lirios.
El lirio Real, (Lilium regale) fue introducido en Europa en 1903 proveniente del sudoeste de China. Hoy está extendido por todo el mundo. Se cultivan más de 110 variedades de lirio real y alcanzan alturas de 100 a 130 cms. Una variedad no tan grande ni perfumada como esta se conoce vulgarmente como Azucena.
La mayoría de los lirios silvestres viven en prados húmedos de montaña del hemisferio norte. Tras el largo invierno un tallo de 1 a 2 metros surge del bulbo y de él hasta 20 flores de gran tamaño. Un derroche de energía y vitalidad.
Los Montes Cárpatos ocupan toda la zona norte del país en el que vive Jaroslav. La cordillera de los Tatras alcanza su máxima altura con 2.655 m.
Eslovaquia es un bello y floreciente país con una superficie algo mayor que Aragón o Extremadura (49.000Km2) .Tiene una población de 5.5 Millones de habitantes y una densidad similar a Asturias y Cantabria. Su capital es Bratislava con 400.000 habitantes. La esperanza de vida es de 74.9 años. El 99.6% de la población está alfabetizada. El promedio de hijos por mujer es de 1.33.
¿Cuándo vamos?
Jaroslav fabrica sus propios cuchillos y gubias. No encuentra Pfeil en su entorno. Nos envía fotografías de su colección completa de herramientas de talla.
Trabaja la madera de Chopo (Populus alba y Populus nigra) rebajándola hasta alcanzar espesores de 1 mm. No tiene acceso fácil al Tilo, y por ello aún no lo ha probado. Confiesa que el hecho de no utilizar gubias y cuchillos de mejor calidad le supone tener que afilarlos muy a menudo. 
Según nos informa Jaroslav la madera de chopo almacena bastantes minerales que en el secado cristalizan y afectan muy rápida y negativamente al acero de las gubias.
No obstante actualmente ha localizado madera de chopo de buena calidad para torneado y talla.
El cáliz de la Flor se prepara en el torno de forma aproximada. (Foto).
Las flores tienen un pequeño agujero para la posterior unión al tallo.
Los cuchillos deben permanecer muy bien afilados. Para lograrlo usa piedras esmeril a mano (no lijadora eléctrica) y están asentadas con una correa de afeitar.
De izquierda a derecha: Una piedra grande de grano grueso y fino, piedra blanca de grano grueso, piedra rojo de grano fino, piedra natural de pizarra lisa, piedra natural de dolomita, muy fina, cinturón de cuero y pasta de pulir.
Para las brácteas que forman los capullos utiliza la misma forma de cuchilla. Al tallar la flor la sostiene en la mano, no la fija sobre una mesa. 
Los tallos y las hojas las corta con sierra de forma aproximada.
A continuación, los tallos se montan en la mesa. (Foto)
En primer lugar usa gubias grandes para el desbaste inicial.
A continuación, corte fino con cinceles pequeños y cuchillos.
Luego papel de lija (grano 400 a 600).
Por último, la fijación de la flor al tallo. 
Para acabar utiliza barniz de poliuretano transparente que sin modificar el color ni el aspecto de la madera la protege del polvo y la suciedad.
El color blanco ligeramente crema de la madera de chopo y su bonito veteado resalta cuando se coloca sobre un fondo de madera de roble.
Técnica depurada, paciencia, sensibilidad se combinan en estas formas naturales que como en Gibbons alcanzan un umbral de elegancia y belleza difícil de alcanzar.
Alguien dijo de Grinling Gibbons: “No ha existido un hombre antes que él que lograra transmitir a la madera la frescura y ligereza de las flores”.
Nuestro amigo Jaroslav ha encontrado su camino, tallando la simple belleza natural de los lirios.
Eso nos recuerda la cantidad de motivos que nos brinda la Naturaleza.
Basta con elegir uno.
