Material necesario:
- Lápiz de grafito de dureza B y/o lápiz de carpintero.
- Cinta métrica de carpintero o regla graduada. Un calibre siempre viene bien.
- Un taco de madera de haya seleccionado entre los retales de un almacén de madera.
- Una sierra con dentado americano o similar, de las usadas en el jardín.
- Una escofina
- Una gubia recta nº1 de 25mm o similar
- Una gubia de baja curvatura nº 4 o 5 de unos 20 mm de ancho.
- Una gubia de media caña del nº 7 u 8 de unos 20 mm de anchura.
- Un croquis con las dimensiones.
- Un listón de un metro.
- 2 clavos y 3 tornillos
- Un taladro eléctrico y una broca
- 2 tableros similares a los de la fotografía
- 3 o 4 sargentos
- Un banco o mesa de trabajo
El peso de nuestra maza.
Las mazas de madera de haya suelen tener diámetros de 70, 80, 90 y 110 mm con longitudes de 270 a 300 mm. Pesan de 350 a 850 grs. Se suele recomendar una maza intermedia de unos 500-600 grs.
Las mazas de palo santo, boj u olivo consiguen ese peso con diámetros de maza menores. Una maza de latón consigue 700 grs con un diámetro de 49 y 220 mm de longitud. Una de bronce consigue 800 grs con d50 y 145 mm de largo.
La densidad del haya secada al aire es, según la bibliografía, de 740 Kg/m3 (un 28% mayor que la del Tilo).
Calculando el volumen de nuestra maza y multiplicando por la densidad del haya sabremos el peso aproximado: 594,29 grs.
El centro de gravedad de una maza sea de latón o de madera se suele situar a unos 10-15 mm por encima del borde inferior de la cabeza (de 82 mm en nuestro diseño) Se suele sujetar por ese punto cuando se necesita precisión en el golpe.
El boj tiene una densidad de 900Kg/m3; el olivo de 980 Kg /m3 ; el palo santo o guayacán alcanza los 1250 Kg/m3.
La misma maza en boj, olivo o palo santo pesaría 723, 787 y 1003 grs respectivamente. O de otra forma, para conseguir un peso de 600grs deberíamos utilizar sin tocar el mango ni el resto de cotas un diámetro medio de la cabeza de 77, 73 y 63 mm, en lugar de los 86 mm de nuestro proyecto.
Talla sin torno.
Dibujamos los centros de las dos caras menores, (las testas). Definirán los puntos que nos permitirán tallar una maza con la cabeza y el mango concéntricos. Serían los que utilizaríamos para hacer girar la pieza en un torno.
En las caras mayores dibujamos las líneas medias.
A partir de ellas distribuimos las cotas principales, dejando unos 2 - 4 mm de margen. En nuestro caso 16 mm a cada lado de la línea central para tener un mango de 32mm de diámetro.
Se impone estudiar un poco el sentido de las fibras en el taco. Si podemos es conveniente definir el sentido de crecimiento del árbol. Colocaremos el mango mirando hacia las raíces y la cabeza mirando hacia la desaparecida copa.
Tenemos las líneas límite que determina la forma y la madera sobrante.
A medida que tallamos necesitaremos algo más que líneas para asegurar que nuestra maza no deja de estar centrada respecto a su eje
Necesitamos fabricar una caja de coordenadas.
Feli improvisó rápidamente el montaje que veis en la figura. Un clavo en el centro de cada testa definen el eje de la maza. Dos tableros que se mantienen verticales con orificios a la misma altura constituyen el caballete en el que haremos girar nuestro taco. Un listón longitudinal y un lápiz van a permitirnos comprobar si estamos quitando madera uniformemente.
Desbaste por silueteado.
Consiste en eliminar la madera sobrante realizando cortes de sierra paralelos entre si y perpendiculares a la forma.
Marcamos las zonas en las que tenemos que quitar madera.
Apoyamos el taco en un listón sobre la mesa para tener un apoyo firme.
Sujetamos el taco con un sargento y iniciamos los cortes paralelos con la sierra, procurando quedarnos a unos milímetros del límite.
Hay una técnica para serrar correctamente. Sujetamos la sierra por la parte más baja posible del mango. Utilizamos el pulgar de la mano contraria para apuntalar la hoja de la sierra colocando la mano sobre la arista en la que iniciaréis el corte. El salto de la sierra nunca podrá llevarnos los cortantes dientes de la sierra hacia la mano si ponéis un tope a la hoja. Una vez iniciado, profundizamos un poco en la esquina deslizando la sierra sin hacer excesiva fuerza. Llevamos esta huella a la esquina opuesta. Significa alargar el corte abriendo la cara plana hasta la esquina más próxima a vosotros. Trabajamos el corte de esta esquina para volver hacia adelante e insistir en la primera. Requiere más esfuerzo cortar con el filo de la hoja paralelo a la mesa. El número de fibras a cortar es mucho mayor. Sólo cuando estéis cerca de la línea de lápiz que marca el límite debéis acabar el corte, ahora sí, en plano.
Con la gubia nº 1 más ancha que tengamos cortaremos la madera siguiendo el sentido de la fibra. Usaremos otra maza o cualquier objeto que te permita golpear la gubia sin dañarla.
Una vez que hemos reducido una de las cuatro áreas en las que sobra madera os encontrareis con un dilema. Necesitamos no borrar las líneas que marcan el límite a cortar. Fácil, seguimos en la cara contigua, la más cercana a la gubia en la foto. Además ahora ya tenemos iniciado el corte de una de las dos esquinas.
Llegaremos a la situación que veis en la siguiente foto. Nos quedan dos caras por eliminar. Nuevo dilema y este aún peor.
Marcamos los cortes paralelos de una de estas caras, pero no vaciamos con la gubia. Perderíamos el dibujo. Con esta guía llevamos los cortes paralelos hasta completar la última cara sobrante.
Ahora si, tallamos la madera sobrante manteniendo la gubia perpendicular y algo oblicua a los cortes. Es preferible rebajar la altura de la cresta a eliminar, en dos o tres pasadas. Hay menos riesgo de astillar la madera. Cortaremos las fibras longitudinales evitando que al trabajar la gubia siga el eje de la maza. Lo haremos en ángulo clavando primero la punta de la gubia más próxima a vosotros para abrir la madera y levantar la cresta de cada taco de la forma más limpia posible
Llegareis al estado que veis en la siguiente fotografía, en la que ya puede decirse que tenéis una maza. Tosca pero maza. Feli ha visto improvisar una maza a golpe de hacha y como el tallista trabajaba con el astilloso resultado. Mejor ni intentarlo, Nosotros vamos más allá, buscamos mantener la integridad de nuestra anatomía y conseguir una fiel compañera con la que progresar en largas e inolvidables jornadas de talla.
Invitación a seguir el paso a paso.
Feli no pone pegas a hacer públicos sus conocimientos sobre talla. Transcribir las enseñanzas sabatinas de Feli (en VallesArt de 10 a 13h) es una forma de crear afición.
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