Frederic Marès i Deulovol nace en Portbou, Gerona, en 1893 y fallece en Barcelona en 1991.
Desde muy pequeño descubre el dibujo y empieza a coleccionar láminas.
Su padre, funcionario de la Aduana de Port-Bou, fomentó su afición al coleccionismo de cromos alemanes y estampas francesas y japonesas. Era coleccionista de libros, documentos autógrafos, grabados y monedas. Mantenía relación con bibliófilos y libreros de Europa. Publicó una revista “El Corresponsal del Coleccionista”. Preocupado por la educación de sus tres hijos decidió, en 1903, trasladarse a Barcelona.
Un video con la visita a su Estudio y el resúmen de su autobiografía, nos permitirán conocer algo de este polifacético escultor encuadrable en un peculiar noucentismo.
Su padre fundó la que fué su primera librería del Coleccionista en la Ronda Universidad, nº 13. Ayudó en la documentación de obras de Benito Pérez Galdós, Pío Baroja, Marcelino Menéndez y Pelayo y Ramón Menéndez Pidal.
Frederic realizó sus estudios en el Colegio de los padres Esculapios de San Antonio Abad. Los asiduos visitantes de su padre, gente culta, bibliófilos e intelectuales, vieron las aficiones artísticas y precipitaron su ingreso en la Escuela LLotja de Bellas Artes.
En 1910 concurre a una exposición de Arte. Se le concede un primer premio de escultura con el que compra, con 17 años, una Tabla pintada del Siglo XIV en la que aparece, el Beato Ramón Llull, de pié ante un pupitre con el rostro elevado en éxtasis. Para entonces conocía todos sus libros en primeras ediciones procedentes de la Cartuja de Valldemosa (Mallorca).
En 1911 concluye sus estudios en la Llotja,. Recae en él el premio extraordinario que concedía el Ayuntamiento al alumno más destacado. Consistía en una beca para un año de estudio en el extranjero. Conoció Francia, Italia, Grecia, Holanda, Bruselas, Alemania y Austria. Antes de acabar el año de la beca se convocó la Bolsa de Viaje de Escultura. Tras un mes de oposiciones se le otorgaba por voto unánime. París, Italia iban a centrar la atención en este segundo viaje con 19 años.
Su puntualidad en la visita diaria al Louvre le valió un pase, de libre entrada, al Museo.
Inicia la visita a los Estudios de los escultores entonces más famosos. Rodín en su estudio del Hotel Biron, Bourdelle, Brummer y Despierre formados en su taller.
En los cafés-concierto parisinos conoció, en las famosas tertulias que allí se organizaban, a muchos anticuarios y coleccionistas.
Retorna a España en 1914 y establece su estudio en Barcelona. Trabajó cuatro años en el Taller de Eusebio Arnau, escultor monumental.
Consigue durante el Servicio militar un premio en el concurso, convocado a nivel nacional entre escultores, para erigir un monumento al héroe de la Guerra de África. En la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1917 en Madrid consigue medalla y un premio de 3.000 ptas por un alto relieve. Por aquel año era profesor interino de la Escuela de Nobles Artes Llotja. El BOE convocaba oposiciones para cubrir una cátedra de escultura. El director de la Escuela el escultor Manuel Fuxà, le recomienda que se presente a oposiciones. Estaba terminando el Servicio militar. Con 5000 ptas en el bolsillo,400 para la pensión de dos meses adquiere tres Tallas y 30 piezas de cerámica.
La Embajada le comunica que, en las Exposiciones Universales de San Francisco de California y de San Diego, su obra había sido galardonada con sendas medallas. En 1918, acabado el Servicio y ya en su taller, cerrado hasta entonces, recibió encargos de America del Sur que duraron hasta 1922.
En 1923 consigue el Premio Nacional de Escultura. En esta época sólo dedicaba noches y festivos a repasar y estudiar las últimas adquisiciones de su colección.
Salvaba cuanto podía, dice, lo que otros por necesidad, por ignorancia o por desprecio abandonaban; y cuanto recogía lo llevaba a su hogar, para darle el refugio que otros negaron; la paz a tanto dolor y amargura.
Para preparar la Exposición Internacional de 1929, el Ayuntamiento de Barcelona convocó un concurso entre escultores para decorar la Plaza Cataluña. A estos encargos se unieron otros privados de Bancos y Seguros para el embellecimiento de los edificios de sus Entidades. Tres años de grandes encargos. Empezaba a las 7 de la mañana y terminaba a las 10 de la noche con una hora para comer.
La incomprensión, incultura, indiferencia ciudadana y la falta de fuerza pública se apoderan de Santa María del Mar, de la Iglesia del Pino y de otras tantas que arden apenas iniciada la Guerra Civil. Mirones, sólo mirones. Sólo uno o dos intentan detener la quema pública de imágenes.
En la Iglesia de San Justo y Pastor los vecinos se opusieron, no dejando pasar a nadie alegando que ellos ya habían hecho la faena. Habían quemado en la plazoleta unos bancos, los más viejos.
Dos años después de su incendio el 20 de Julio de 1938, el Presidente de la Genaralitat, Luis Companys y el Alcalde de Barcelona, Pí Sunyer, le piden se ocupe de las obras de recuperación de Santa María del Mar. Ni rastro de los 34 altares laterales.
Poco después le piden que supervise las obras de reconstrucción de la del Pí.
Acabada la Guerra los obispados se vieron asediados por un montón de solicitudes de autorización de venta de obras de arte, supervivientes, para reparar techumbres de Iglesias y Conventos. Muchas solicitudes hasta entonces denegadas fueron concedidas.
Año tras año se enriquecía la Colección.
Intentó en muchas ocasiones hablar con el obispo de las diócesis e incluso con el Director General de Bellas Artes. La situación en la que se hallaba España no daba para muchas esperanzas.
Compraba y no retiraba las figuras hasta pasados 4 o 5 años. Llegó a tener más de 150 figuras en depósito repartidas por Iglesias y Conventos de toda España que decidió retirar en 1948 cuando inauguró su Museo.
Procuró recomendar a instituciones y amigos la adquisición de muchas obras maestras que él no podía adquirir. No pocas de ellas entraban con todos los honores en museos extranjeros adquiridas en sumas astronómicas. Adquirió lo que buenamente le permitía el rendimiento de sus trabajos y encargos.
En 1946 decidió hacer entrega a Barcelona de todas las colecciones. El entonces Alcalde, Miguel Mateu, dispuso para la instalación del futuro museo, el ala izquierda del Palacio Mayor de los Condes Reyes. En 1948 tuvo lugar la inauguración oficial de las primeras salas del Museo.
Veintiocho años después, dice en su autobiografía, "viene ampliándose a base de esfuerzo".
Tras la guerra del 14 obras en Bruselas se vendían a muy bajo precio. En 1919 arruinado el país, las valiosas piezas de los Palacios de Viena salían a la venta por bajo precio.
En Berlín Hitler acababa de poner limitaciones a la retirada de fondos particulares de las cuentas bancarias. Muchas familias se desprendían de objetos de Arte que los anticuarios compraban pero no podían vender.
En la primera década del siglo XX en Madrid predominaba el gusto por los siglos XVI a XIX y en Barcelona por los siglos XII a XV. Se encontraban en Madrid tallas románicas del siglo XII –XIII a 150-200 ptas, mientras en Barcelona se pagaban 450-600 ptas.Con el tiempo se llegaron a pagar 150.000 a 600.000 ptas.
Distinciones
• Primer premio en el Concurso Nacional de Escultura en el año de 1924
• Año 1982 premiado con la Creu de Sant Jordi de la Generalidad de Cataluña
• En 1983 le concedieron el Premio Nacional de Bellas Artes.
• Académico de la Escuela de San Fernando de Madrid
• Académico de la Escuela de San Jorge de Barcelona
• Director de la Escuela San Jorge y de la de Llotja de Barcelona
• Hijo predilecto de Portbou
Algunas de sus obras:
• El entierro de Cristo- Relieve. 1924 Iglesia de Santa María del Mar. Barcelona
• Retrato de Jaime Pahissa. 1917
• Juventud
• Monumento a Goya en la Plaza de las Catedrales de Zaragoza.
• Grupo alegórico de la Plaza de Cataluña en Barcelona
• Monumento a Francesc Soler Rovirosa. 1930
• Tumbas de Jaime I y Jaime II en la Catedral de Palma de Mallorca.
• Monumento a Luis Vives en Elche (Alicante).
• Imagen de la Virgen para el altar mayor de la iglesia de Santa María de Portbou (Gerona)
• Monumento a Francesc Layret. 1936.
• Exaltación de la Santa Cruz. 1975 Colgada encima del altar mayor de la Catedral de Barcelona.
• Monumento al joven rey Alfonso III de Aragón en Mahón (Menorca) ubicada en la plaza de la Conquesta.
En el siguiente video podéis conocer alguna de sus obras. Están expuestas en una sala del Museo Frederic Marès (MFM ) de Barcelona. Sobre la colección de tallas y objetos que contiene este museo, publicamos -coincidiendo con la noticia de su reapertura tras su remodelación- otro video ilustrativo.