Solía bromear diciendo que su vocación por la escultura le venía de su época de lactancia. Su ama de cría era esposa de un tallista de piedra.
En la escuela no le preocupaba más que el dibujo, lo que le supuso alguna que otra azotaina de su progenitor, que no obstante lo introdujo pronto en los mejores talleres.
A los 6 años de edad murió su madre. Con un padre a la antigua usanza y un hermano fraile, se consideraba más religioso esculpiendo cuerpos armoniosos y bellos al estilo pagano de la Antigüedad clásica que buscando la expresión psicológica y moral.
Consideraba a la pintura, menos pura que la escultura, “buena para mujeres y vagos”. Simula la apariencia de las cosas, seduce por su magia ilusoria y dá más importancia al color que a la idea.
¿Sabéis de que artista estamos hablando?Por el extraordinario perfeccionismo y la asombrosa monumentalidad y expresividad de sus obras dotadas de una especial fuerza interior, se le admitían algunas licencias, pero un artista contemporáneo tuvo que pintar decorosos paños en alguno de sus magnos frescos por estar ubicados en ambientes destinados al culto.
Para un artista como él representar al Salvador en la bella indumentaria de su desnudez es una forma de piedad.
El primer cristo totalmente desnudo de dimensiones 142 x135 cm fué tallado en madera policromada cuando tenía 17 años de edad para el Convento del Espíritu Santo en agradecimiento al prior, que le permitió estudiar, en vivo, la anatomía humana en los cadáveres del Hospital del convento.
Ni siquiera la piedad hacia la muerte ni la más prosaica rebeldía de su estómago, consiguieron detener su ansia por conocer músculos, ligamentos huesos y visceras del cuerpo humano.
Un segundo crucifijo de similares características fué dado a conocer en 2004 tras 10 años de análisis exhaustivos por tomografía computerizada y otras técnicas.
Se cree que fue tallado cuando tenía 20 años, posiblemente para un monasterio.
Tiene sólo 41,3 centímetros de altura.
Está hecho con madera de tilo y muestra a Jesús con la cabeza caída hacia un lado. La tomografía muestra un cambio de intención en la inclinación del rostro.
El artista utilizó como modelo el cadáver de un joven que llevaba 48 horas muerto.
Otro cristo este realizado en marfil a la edad de 21 años tiene una medida de 58.5 cm de altura se encuentra sorprendentemente en nuestro país, en el altar mayor de la basílica de Montserrat en Barcelona.
Parece que fue adquirido por el abad Marcet en el año 1920 durante un viaje realizado a Roma.
Con Photoshop hemos querido convertirlo en un personaje contemporáneo para los amigos de Tallamadera, rodeándolo de alguna de sus obras más conocidas y con un pincel en la mano derecha, aunque era zurdo.
Efectivamente estabamos hablando nada menos que del incomparable Michelangelo di Lodovico Buonarroti Simoni (Caprese, 6 de marzo de 1475 – Roma, 18 de febrero de 1564).
¿Sorprendidos?...
“ …antes de haber visto la Capilla Sixtina, uno no se puede dar una idea clara de lo que es capaz el hombre”.
Johann Wolfgang von Goethe