El californiano David Esterly lleva más de 30 años practicando el estilo de Grinling Gibbons, (s XVII). Sus conocimientos le llevaron al Palacio inglés de Hampton Court para contribuir en los trabajos de restauración de las obras de Gibbons deterioradas tras un incendio en 1986.
Allí pudo ver el método por el que Gibbons construyó su obra, sus herramientas, materiales y varias de sus obras desmontadas.
Podéis ver alguno de sus trabajos actuales en su página http://davidesterly.com/

En su libro “Grinling Gibbons y el arte de tallar”, editado por Harry N. Abrams en1998, escribe:
"El secreto de Gibbons es el siguiente: no hay ningún secreto. Lo que está oculto a la vista no es ningún truco de oficio, sino la lucha diaria del tallista con su material, hasta altas horas de la noche. "

Gibbons experimentó de forma incesante materiales y métodos.

Su talla en ocasiones exenta utiliza todos los tipos de alto relieve.
La multitud de pequeñas piezas ensartadas las resolvía gracias a la gran cantidad de herramientas que disponía y hacía fabricar a medida.

El estilo recargado del barroco exigía materiales versátiles. La madera empleada jugó un papel fundamental para su éxito.

Escogió el tilo (Tilia cordata o Tilia platyphyllos), una madera que Gibbons utilizó en los Paises Bajos y era desconocida en Inglaterra. La talla del tilo se inició en la Europa gótica del siglo XIV. En el Sur de Alemania se extendió su uso durante los siglos XV y XVI.

Su elección se basó en sus propiedades de uniformidad, flexibilidad, en poder ser tallada a contrafibra sin que se astille y en permitir gran detalle en la talla. Utilizó ocasionalmente el boj, (que también permite micro-detalles) y rara vez el roble.

El color crema pálido del tilo, casi blanco, (a veces blanqueado con lejía) potenciaba el contraste y realismo al ser colocado sobre paneles y marcos realizados en el tradicional roble inglés.

Experimentó la talla a base de estratos o capas. Consiste en encolar hasta 3 o 4 láminas talladas de unos 7 cm de espesor. Cada estrato se tallaba por separado, lo que requería un trabajoso ajuste para encajar sin forzar cada capa sobre la anterior. Era inevitable que se vieran lateralmente algunas uniones. El principal problema a resolver era evitar que por su espesor se agrietaran en el cambio de estación.
Más adelante Gibbons inventó un método que sustituía la cola por pequeñas clavijas de madera. Esto reducía el tamaño de la unión y permitía a la madera moverse libremente sin partirse por acción de cambios de temperatura.

También desarrolló otros procedimientos técnicos, como tallar por separado cada elemento y luego ensamblarlos.

Los motivos se trazaban sobre papel vegetal y se pasaban directamente a la madera con una aguja. Como eran simétricos bastaba dibujar la mitad del motivo.

El método de Esterly consiste en dejar lengüetas de madera en cada una de las piezas a modo de pequeñas asas. Permiten sujetar cada delicada talla sobre bloques, facilitando atacar la fibra desde distintos ángulos y vaciar la parte de atrás.
Una vez terminada la talla, corta las pestañas con un formón o con una sierra de cinta.

Utiliza una aguja o una herramienta especial con la punta redonda para localizar el punto exacto donde irá la clavija. Primero desliza la cabeza de la aguja entre dos piezas adyacentes. Luego presiona las piezas una contra otra para marcar simultáneamente las dos caras a unir.

Usando la marca de la cabeza de un alfiler, como punto central, taladra con broca orificios que van desde 3mm a 6 mm  dependiendo del tamaño de las piezas. Utiliza cola blanca para asegurar las clavijas y unir las piezas.

Hemos fabricado nuestra propia herramienta de dos formas distintas.

Usando el clavo de acero de un remache, eliminando el casquillo de aluminio, y a partir de varilla de latón de 2,5 mm de diámetro, limatones, lijas y paciencia.

Un mango de destornillador permite sujetar la punta.
La marca tiene dos ventajas. Indica el punto exacto a taladrar y la línea la forma en que se deben posicionar las piezas.

Antes se debe tallar un plano en cada una de las piezas a unir para que el ajuste sea correcto.




Gibbons y el numeroso equipo de especialistas contratados por su taller, lograban acabar un complejo panel en poco tiempo. Una de las fases más delicadas era el desbastado de las tallas por su parte trasera. La talla en estratos permitía colocar la obra boca abajo y rebajarla por detrás antes de terminar la cara vista del último estrato. El tilo se presta especialmente bien para esta técnica.

A pesar de ello al contemplar de cerca algunas de sus tallas, es posible observar orificios en la madera provocados por las labores de ahuecado. Como el propio David Esterly menciona, se requiere desarrollar un gran control de la maza y de los músculos de los brazos para evitarlo.
Otra de las características de Gibbons consistía en dejar su talla absolutamente desnuda, sin tintes, policromías o dorados. Quizá para que quedara a la vista la bella tonalidad del tilo o para mostrar su pericia en conseguir sólo con madera, unos acabados de estética insuperable.

Gibbons lijaba sus tallas para disimular las minúsculas marcas de las herramientas. No existía papel de lija en aquella época.

Esterly descubrió que utilizaba una planta denominada Equisetum hyemale, conocida como cola de caballo (dibujo extraído de wilkipedia). Crece en suelos arenosos de donde absorbe sílice que deposita en su tallo.

Esterly la utiliza directamente o introduciendo en el hueco del tallo una madera.  Deja una superficie más suave y natural que la lija. La abrasión con cola de caballo era una parte del secreto del delicado aspecto de las tallas de Gibbons.