No siempre hay que buscar razones. Optas, eliges, seleccionas, prefieres. Lo llaman libre albedrío.
Lo consideran una de las capacidades que definen la mente humana olvidando que hay cosas naturales que simplemente se cuelan por los sentidos, igual que la lluvia moja el rostro.
Decir que son genuinas o auténticas nos lleva de nuevo a conjeturas. Hoy no estamos para eso.